Es el deporte nacional, y yo diría que la pasión nacional. España no puede vivir sin el fútbol. Desde siempre el balón ha servido para adormir a los españoles, que se olvidaban de problemas económicos, sociales y políticos cuando el árbitro señalaba el comienzo del partido. Así ha sido, es y será durante muchos años. ¿Por qué? La verdad es que no sabemos, pero está claro que en la forma de ser del español siempre va dentro un entrenador, con o sin chándal.
Historia
Fue en 1872, cuando los obreros ingleses que trabajaban en una compañía minera Río Tinto, en Huelva comenzaron a jugar al balón. A partir de ese momento el fútbol se extendió por España a un ritmo vertiginoso, hasta convertirse en lo que es hoy en día. En esa época cada uno o dos años fueron surgiendo diferentes clubes, muchos de los cuales se mantienen hasta hoy en día, y la gran mayoría jugando en la liga de mayor importancia. Equipos míticos como el Real Madrid, Barcelona, Athletic o Sevilla surgieron en esta época. Aunque los estudios dicen que el primero fue el Recreativo de Huelva, de ahí que sea conocido popularmente como el Decano del fútbol español.
Estadísticas
Los números dicen mucho sobre el papel que juega el fútbol en nuestro país. Esta estadística presenta la evolución de la penetración del fútbol en España desde 2006 hasta 2019. Durante ese tiempo el porcentaje de individuos que practicó ese deporte pasó de un 6,2% en 2006 a un 4,3% en 2019, alcanzando su valor máximo en 2009 con un 8,3%. Aunque lo más llamativo, como no puede ser de otra manera, es que el fútbol se ha convertido en un negocio.
Así, el ranking de los cinco equipos de fútbol con mayor valor de marca en España en el año 2018 fue el siguiente. En ese momento, el Real Madrid y el FC Barcelona se encontraban en las dos primeras posiciones con más de 1.500 millones de euros como valor de marca. El Atlético de Madrid, con 436 millones de euros, ocupaba la tercera posición. Por detrás, el Athletic de Bilbao y el Villarreal completaban el top 5.
Entre los niños
Hay cantera. Es la típica frase que siempre se dice para confirmar que goza de buena salud y que tendrá prolongación en el tiempo. Y la verdad es que el fútbol nacional tiene cantera. El fútbol es un deporte muy activo que requiere estar en constante movimiento en el terreno, lo cual contribuye a mejorar la resistencia y la velocidad en los niños. También precisa desarrollar habilidades en el manejo del balón, ya sea para llevarlo a través del campo, realizar los pases o marcar un gol.
El fútbol es un deporte de equipo, un jugador no puede llegar muy lejos sin el apoyo del resto ya que cada jugada se articula con la participación de los demás, de manera que las posiciones defensivas son tan importantes como las ofensivas. Ahora bien, el fútbol tiene que ser sinónimo de esfuerzo, solidaridad y unidad, y no de esos padres que gritan e insultan desde la grada. Esa es la imagen que tenemos que desterrar del fútbol, y más si es con niños.
Economía
Pero no hay que olvidar que el fútbol es un negocio, y como todos los negocios, parece lógico que se exporte su imagen al mundo entero. Pero no solo hablamos de los números que antes te hemos mencionado de los clubes, aquí también incluimos a todo lo que gira a su alrededor. Patrocinadores, merchandising, entradas y todo tipo de publicidad que sacan mucho rédito. Un ejemplo lo podemos tener en empresas como Marians Sport, una empresa especializada en artículos de fútbol. “En nuestra tienda online estamos especializados en la venta de botas de fútbol, botas de fútbol sala baratas de gran calidad, equipamiento y complementos como espinilleras, guantes de portero y todo lo necesario para la práctica del deporte rey”, aseguran desde la empresa.
En definitiva, está claro que el fútbol nos iguala a todos. Dentro de una hinchada de un equipo puede haber aficionados que sean ricos o pobres, jefes o empleados, de derechas y de izquierdas; y no falta quien dice que en un país de grandes individualistas el fútbol es lo único que consigue ponernos de acuerdo. Sin ir más lejos, recuerdo cuando se decidió descender a Celta y Sevilla a Segunda B por no cumplir con unos requisitos y las dos ciudades salieron a la calle.
Para bien o para mal, el fútbol en España se ha convertido en un fenómeno de masas, al que nadie puede frenar.