Está claro que eso de que España es diferente es muy cierto. Ni mejor ni peor, solo diferente. Lo que sí es cierto al 100% es que a los españoles nos encanta eso de celebrar algo. Como en la famosa serie de Antena 3 que no triunfó, siempre hay algo que celebrar. Y si nos ponemos con una boda ahí es cuando somos los mejores. Con contaros cómo fue la última en la que estuve en La Espuela, creo que ya os podéis hacer una idea.
Para empezar, no creo que miento si te digo que estamos ante el más grande salón para bodas en Castellón. Tiene tres amplios salones de boda para hasta 1.000 comensales. Cada salón para bodas y eventos dispone de cafeterías independientes, así como unas grandes terrazas rodeadas de vegetación.
Sin duda es una de las fincas para bodas en Castellón que cuenta con más detalles. Pero si algo me dejó con la boca abierta, además de los langostinos, fue las amplias zonas verdes con bellos jardines repletos de flores y vegetación. No hay que olvidar que la finca se encuentra en la comarca de L’Alcalatí, rodeados de plantas y matorrales característicos del bosque Mediterráneo. Un lujo para los ojos.
Y claro está, al final de todo, una boda siempre se recuerda por la comida. Y en La Espuela saben lo que se hacen. Su comida se caracteriza por la riqueza de las materias primas y por su condición de «saludable» debido a los beneficios del aceite de oliva, frutas y verduras, pescados y carnes.
En los fogones de este restaurante para eventos en Castellón se cuece comida casera o popular, tradicional, alta cocina, clásica, moderna o contemporánea, creativa y de autor. Los chefs combinan la cocina internacional y mediterránea con los productos típicos de la tierra, y un ingrediente añadido, una presentación impecable. Sin duda una cocina para degustar con los cinco sentidos. Tengo claro que restaurante para bodas en Castellón hay muchos, pero de la calidad de La Espuela, muy pocos.
Y algo que considero muy importante en los tiempos que corren…una jaula para las fieras. Me explico. Algo donde los niños se puedan quedar, y dejan a los padres comer y disfrutar tranquilos de la boda. Y es que no es la primera boda en la que los niños me salen por las orejas. Así, tienen una zona Infantil acotada para que puedan jugar sin preocuparse, siempre vigilados por monitores titulados. Todo ello con decoraciones especiales, buffets de golosinas y dulces, tren para los niños, juegos populares y hasta castillos hinchables.
Vaquillas a la española
Y no hay boda española sin capea con vaquillas, ¿Verdad? Pues también te ofrecen esta alternativa, que en mi caso, provocó más de un revolcón divertido.
Por último también vi como ofrecían algunos servicios como acceso a minusválidos y carros de bebés en todas las instalaciones, la posibilidad de alquilar un carruaje, bus y limusina para el día de su celebración y un aparcamiento con capacidad para 1.000 vehículos. Vamos que nadie se quedó sin aparcar.
Así pues si ya te has puesto a buscar salones para bodas en Castellón, aquí te dejo mi opinión personal sobre este. Si tuviera que resumirlo con una frase sería, la de sumergirte en una atmósfera idílica, con infinidad de colores en sus flores y disfrutando de un gran día entre naturaleza y seres queridos. Una boda para recordar. Luego que ya sea para siempre, es cosa de dos.