Son varias los piezas angulares sobre las que gira un proyecto de país y que no se deben tocar en absoluto si no es para mejorarlas. Disponer de una industria potente, ser competitivos en el extranjero, tener una buena sanidad y una educación que también merezca la pena es clave para que una nación pueda sentirse orgullosa. Pero ojo, que nadie ha dicho que esto vaya a ser fácil en absoluto. De hecho, conseguir esto no se puede de la noche a la mañana. Depende del trabajo que hayamos venido haciendo en el largo plazo.
En los párrafos que siguen, vamos a hablar de uno de esos temas, en concreto el que tiene que ver con el aspecto educativo. Es gracias a él por el que podemos asegurar una determinada formación a la gente joven. No cabe la menor duda de que de eso depende no solo el futuro individual de cada cual, sino también el futuro conjunto como sociedad. Desde luego, es un asunto clave y que merece toda nuestra atención. Del sistema educativo dependen muchas cosas y es mejor asegurar que funcionen. No nos podemos permitir fallar a este respecto.
Cada año, miles y miles de personas se juegan entrar o no en el sistema educativo como profesores. En una noticia publicada en la web de la Cadena Ser se apuntaba que más de 250.000 docentes se la jugaron en las primeras oposiciones de educación de la pandemia. Se trata de una cifra tremenda y que pone de manifiesto que, en el interior de nuestras fronteras, hay un buen caldo de cultivo en lo que a profesorado se refiere. Este es un gran dato y que nos permite ser positivos de cara a la educación que le espera a nuestros hijos y nietos.
Una noticia publicada en El Mundo, en concreto en la sección que atañe al Heraldo Diario de Soria, apuntaba que la falta de profesorado estaba dejando sin clase de Física y Química a uno de los institutos de la provincia, el Machado. Esta, que es una asignatura bastante importante sobre todo para aquellas personas que se están iniciando en el mundo de las ciencias, no puede quedarse sin profesores. Y es que esto puede ofrecer una cantidad de problemas tremendos y limitar las capacidades de todos los alumnos que, de otra manera, podrían llegar a ser grandes científicos. La sociedad no está para perder estas oportunidades.
Nos encontramos en un momento en el que cualquier medio que podamos emplear para potenciar la educación de los más pequeños es bienvenido. Lo cierto es que invertir en profesores es clave para intentar encontrar la manera de hacer que los alumnos den el 100% y saquen el máximo partido a sus habilidades. Por suerte, esa inversión en profesores, sobre todo en lo que respecta a los de una asignatura como lo es Física y Química, poco a poco se viene implementando en España. Nos lo han contado los profesionales de Preparador Física y Química.
En todas las materias deberíamos operar igual
Lo que hemos comentado en los dos párrafos anteriores en cuanto a Física y Química es algo que debemos tener claro que debe ocurrir para el resto de asignaturas. Hay que explotar todos los campos para tratar de dar el máximo aprendizaje posible para los alumnos y no cabe la menor duda de que eso es lo que al final va a terminar decidiendo la calidad de los profesionales de los que dispondremos en el interior de nuestras fronteras durante los próximos años. Por tanto, este asunto es de la máxima importancia sin que quepa duda alguna de ello.
Hay que valorar a todas las asignaturas por igual. No cabe la menor duda de que no debe ser una más importante que otra. Y es que la cultura no entiende de clases ni de importancia de aprendizajes. Es evidente que esto va a determinar muchas cosas en la gente del futuro y de lo que se tiene que encargar la Administración Pública más pronto que tarde. Que no haya profesores en un lugar para una determinada materia es algo que no debe ocurrir nunca y que pone de manifiesto que existen carencias en nuestro sistema educativo a día de hoy.
Está claro que tenemos un margen de mejora considerable, pero estamos en vías de resolverlo. Cada vez se convocan más plazas en las oposiciones (de hecho, las últimas son denominadas como macrooposiciones). Desde luego, esto le va a venir bien a nuestro sistema educativo. Pero recordad que conviene que no nos durmamos en los laureles en lo que tiene que ver con este asunto. El futuro de nuestros pequeños y pequeñas y el de nuestro planeta depende total y absolutamente de ello.