Los españoles son de los que más tabaco fuman

El tabaco es una de las causas de muerte más comunes en el mundo, pero también de las que puede evitarse. No obstante, no por ello, el número de consumidores de cigarrillos ha reducido; mucho menos en España en donde se registra una de las tasas de fumadores más altas de la Unión Europea, de los cuales la mayoría son personas jóvenes.

Pero, del lado de los que luchan por la salud mundial, tenemos muchas organizaciones y empresas haciendo lo posible por que se desarrollen cada vez más leyes que regulen el uso del cigarrillo, con más limitaciones y más estrictas, para de alguna manera obligar a la población fumadora a controlar el uso desmedido de este producto, y a  la vez también se han  desarrollado productos, tratamientos y alternativas para ayudar a los fumadores a dejar el hábito y reemplazarlo por uno mucho más sano, como por ejemplo, está el caso de los vapes eléctricos.

No obstante, si que causa interés la pregunta de ¿llegarán a tener resultados todas estas medidas? Y es que hay que analizar el fenómeno que lleva a tantos españoles, sobre todo a los jóvenes, a caer presas de este mal hábito. Si quieres enterarte, acompañamos durante este artículo que te contamos todo lo que necesitas saber.

La realidad del fumador en España

Lo primero que hay que notar es lo fácil que puedes encontrar a un fumador en España, sobre todo cuando vamos a los campus universitarios, en donde los ves en las escaleras fumando, ya sea en grupos, o solos, aliviando su ansia de nicotina más frecuentemente de lo que se cree.

Así, en una investigación realizada por el medio El Heraldo, en donde se investigó a 250 estudiantes de los campos universitarios con sede en Barcelona, se obtuvo una media de 40% de fumadores, correspondiendo un poco con un comunicado de la OMS que en el 2015 decía que el número de personas de 15 años en adelante que fumaban diariamente en España alcanzaba el 28%, mientras que en Estados Unidos era del 15%.

Y es que el 33%de las chicas y el 29% de los chicos de entre 14 y 18 años son fumadores en España. El 12,5% de los adolescentes en esa franja de edad fuma a diario, según datos del Ministerio de Sanidad.

¿A que responden estas cifras tan alarmantes? Pues, primero, puede ser debido a al educación recibida dentro de esta población. Por ejemplo, en Estados Unidos parte de la educación básica de las escuelas comprende programas organizados por la escuela para la prevención del uso y abuso de drogas —como el D.A.R.E. (Drug Abuse Resistance Education)—  y clases de educación para salud, donde desde muy pequeños te van enseñando que fumar es malo; mientras que la realidad educativa de España no comprende tal medida. Quizá lo que se ha llegado a planificar es alguna clase ya cuando el alumno había llegado a los 13 años, en el que el profesor de la materia de salud les hablaba un poco de las drogas y les recalcaba lo malo de su consumo. Incluso, tan pobre es esta medida, que en el estudio los estudiantes fumadores que participaron en él declararon no saber que un cigarrillo contiene más de 4.000 sustancias químicas como raticida y quitaesmalte.

Entonces, aunque si es verdad que en España se ha aprobado una ley muy estricta integral antihumo, la batalla contra el cigarrillo aún no está ganada si no se comienza a enseñar de lo nocivo y el peligro del cigarrillo incluso antes de que el alumno tenga acceso a él. Es decir, que se reforme el currículo académico de las escuelas para incluir más contenido que informe al alumno y lo mantenga alerta ante los distintos tipos de droga.

Fuera de los campus universitarios, la preocupante realidad continua, siendo que para el 2019, según la encuesta anual sobre salud, hábitos de vida y consumo de alimentos del Instituto DYM, 28% de los españoles confesó fumar, con un 61% de ellos afirmando que lo hacia de forma ocasional o casi nunca, lo cual les ubica por encima de la medida europea, que queda en el 21% y con proyección de ir en bajada.

Esta encuesta nos permite, incluso, clasificar los datos según sexo, con un 30% de hombres que fuman en mayor medida que las mujeres, que representan un 26%. Por edades también tenemos a personas mayores de 65 como los consumidores que fuman en menor frecuencia (16,6%), y con las personas de 18-24 años con un 24,2%.

Incluso también nos pueden ayudar a conocer cuales estratos son más propensos a caer en el consumo de cigarrillo, con la oblación con menor nivel educativo siendo el 21% de ellos los que se confiesan fumadores asiduos, y solo un 12 y 15% de encuestados con estudios y doctorados los que se declaran fumadores.

Igualmente, el trabajo también es un detonante, sin embargo, el estrés de estar en la búsqueda de trabajo y el estrés de tenerlo empatan con 21 % de fumadores en cada grupo. Pero también tenemos al 20% de las personas con contrato a tiempo completo que fuman, el 14% de los jubilados y el 10% de los estudiantes, siendo que el menor porcentaje se da entra las trabajadoras del hogar, con un 9%, y a un 72% de los encuestados que respondió que fuma «muy poco/ocasionalmente/nunca».

¿Qué dicen los expertos?

Los expertos en adicciones reconocen las cifras de fumadores en España, tomando en cuenta especialmente a la de personas jóvenes que incluso no llegan a la mayoría de edad, son más que alarmantes y que aún hay mucho que hacer para intentar reducir estos niveles.

Otra preocupación que aqueja a estos especialistas es que al final el tabaco muchas veces funciona como una puerta de entada hacia el resto de drogas, poniendo en riesgo de otros tipos de consumos a los fumadores precoces de los que hemos venido  hablando en este artículo.

No obstante, también acarrea otros problemas dentro de la vida académica y personal del estudiante. Y es que según un estudio de los investigadores Beatriz Corbí y Miguel Ángel Pérez (2013) tuvo como objetivo analizar la relación entre el consumo de tabaco y el sexo, el absentismo escolar y la repetición de curso.

La muestra incluyó a 688 adolescentes de 3º y 4º de ESO (con una edad media de 15 años y un rango de edad de entre 14-18 años), y de la cual se puedo concluir que estos tiende a faltar más a clase y a caer en repetición de cursos, sobre todo en comparación con aquellos estudiantes que no consumían cigarrillo. Igualmente, los estudiantes fumadores faltan más a clases que los que no fuman, y son los que muchas veces terminan abandonado su camino académico.

Y es que en palabras de Teresa Sánchez, psicóloga sanitaria experta en adicciones y docente del Máster en Psicología General Sanitaria de UNIR, “ni la psicoeducación o las campañas públicas por sí mismas resultan suficientes a la hora de prevenir este hábito nocivo en un colectivo clave: los adolescentes.

Todo esto sin contar lo importante que es comenzar a concienciar que el consumo de tabaco conlleva al desarrollo de enfermedades coronarias, una de las principales causas de muerte en el mundo.

¿Qué se ha planteado para acabar con la adicción?

Entonces, lo que se ha planteado para comenzar a atacar el problema, además de las ya existentes medidas, campañas y alternativas desarrolladas hasta el momento es un plan que consta de tres bases: el individual, el familiar y el escolar. Esto porque si queremos de verdad generar un cambio, se debe comenzar a hablar sobre drogas desde casa, desde la escuela y desde las edades más tempranas.

En palabras de Sanchez:

“La intervención psicológica en las adicciones necesita para su éxito que el joven se encuentre, como mínimo, en la etapa de contemplación. Es decir, que comience a albergar cierta conciencia de la enfermedad y se proponga cambiar en los próximos seis meses”

“La comunicación asertiva, clara y directa entre padres e hijos es el pilar fundamental. La familia forma parte del proceso terapéutico”, subraya, antes de agregar: “Es importante prestar atención a diversos factores que nos pueden alertar de una dependencia al tabaco y que el adolescente también puede identificar para mejorar su conciencia de enfermedad. Uno de los más claros es la pérdida de control.

Por otro lado, también están las medidas tomadas por las empresas y el Estado. Por ejemplo, gracias a las leyes antitabaco que se han implantado en el país, son cada vez menos los fumadores en al edad adulta, y también los fumadores pasivos. Además, Vapes Desechables, expertos en la comercialización de pods electrónicos de diferentes marcas en el mercado, nos comenta lo populares que se están volviendo estos dispositivos como alternativa para abandonar el cigarrillo, y lo populares incluso que se han vuelto entre la población adolescente. Así, se esta registrando que los espacios libre de humo son cada vez mayores.

 

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