Soy aficionado del Barcelona desde hace muchos años, desde cuándo a mediados de los años ochenta jugaba a las chapas y como siempre todos se pedían al Real Madrid, a mí me tocaba otro y elegía el Barcelona.
Es increíble el cariño que puedes coger a un club. Aunque me acuerdo de aquellos míticos Schuster, Clos o Alexanco, cuando de verdad aluciné fue con aquella primera Copa de Europa con Johan Cruyff al mano del mítico “Dream Team” en aquel partido contra la Sampdoria en Wembley.
Por fin el equipo azulgrana ganaba Copa de Europa. Afortunadamente no ha sido la única y después vinieron otras cuantas en la era Guardiola y muchos torneos más. El caso es que jugaba el Barcelona una final en Sevilla y siempre me rondaba la idea de ir a la ciudad hispalense y por unas cosas o por otras nunca había ido al campo del Sevilla.
Aprovechando que jugaba en Sevilla y que era partidazo, conseguí animar a mi mujer e hijos, merengones ellos, a acompañarme. Para este viaje no quise privarme de nada y quería un hotel donde pudiésemos disfrutar realmente de la ciudad, que encantos tiene y no pocos precisamente.
Un lujo hospedarse en el Mercer Sevilla
El caso es que me recomendaron el Hotel Mercer Sevilla. Está en una zona con mucho arte, con lo que sobran las palabras, gran calidad y esa mezcla entre lo más innovador y la tradición que conserva, propio de la parte añeja de Sevilla. Nosotros desayunábamos y comíamos de vicio en el hotel, pero para cenar los 3 días optamos por escaparnos a diversas zonas de Sevilla.
Lo cierto es que, aunque quería ver el partido, pude visitar el Sánchez Pizjuan el sábado por la mañana. Tienen un museo muy bonito donde puedes ver todos los trofeos ganados, fotos de los jugadores que han vestido la elástica blanca y muchos recuerdos de todo tipo.
Me hizo mucha ilusión también hacerme fotos con el escudo en el museo y con camisetas históricas, el Sevilla en estos últimos años ha ido tomando forma de equipo importante. El partido contra el Sevilla terminó en empate, pero disfrutamos mucho, no siempre se puede ganar y además el equipo andaluz hay que reconocer que tiene todo un plantillón.
Estamos seguros que volveremos a Sevilla y no solo al fútbol, pues 3 días no dan para mucho y también nos gustaría conocer los pueblos de alrededor o hacer una escapadita a Cádiz o Huelva.
Como decía al principio, soy un aficionado al Fc Barcelona, pero futbolero, por lo que también fui a ver el campo del Real Betis, otro de esos mítico. De esos campos que de verdad crees que se han hecho pensando en los aficionados, no como antes, que o tenían pocas comodidades o los hacían con las pistas de atletismo que el ambiente que se creaba era frío frío. Sevilla nos pillaba un poco lejos de Ponferrada, pero desde luego que la escapada ha merecido la pena.
Así que ya sabéis, sino conocéis Sevilla, ¡aprovechad en cuanto podáis!