Hablando de limpieza dental, cuando acudimos a la consulta del dentista y solicitamos que nos hagan una limpieza dental, generalmente la mayoría de las personas utilizamos indistintamente las palabras sarro y placa dental, refiriéndonos a esa línea compuesta por bacterias y azúcares que se forma encima de las encías y que con el paso del tiempo puede dar lugar a que se desarrolle una posible caries. Pero en realidad, ¿tenemos claro el significado de las palabras sarro y placa dental? ¿sabemos si ambas palabras vienen a significar lo mismo? o, por el contrario, ¿presentan alguna diferencia? Veamos:
– Placa dental: es la capa incolora y pegajosa que se forma de una manera constante, tanto de día como de noche, sobre los dientes y que está compuesta por los residuos de restos de comida que, junto con el azúcar de algunos alimentos y la saliva, se adhiere de forma natural a la superficie dental, especialmente a lo largo de la línea gingival, es decir la zona de unión de dientes y encías.
– Sarro dental: es la placa dental calcificada y endurecida sobre los dientes o por debajo de la línea de la encía, que puede llegar a manchar o incluso decolorar los dientes. Cuando no se realiza una correcta higiene bucal o no se remueve la placa dental esta se acumula y endurece hasta formar el sarro. Este sarro con el tiempo se endurece más y va aumentando su tamaño con un acumulo a la vez de bacterias, pasando de un color blanco a uno amarillento para posteriormente convertirse en un antiestético color marrón.
Realizar una buena higiene dental es la mejor forma de prevenir la aparición de la placa dental y del sarro, para ello siempre se deben tener en cuenta los siguientes cuidados:
- Cepillarse los dientes cuidadosamente después de cada comida o al menos dos veces al día, con una duración como mínimo de dos minutos con el fin de retirar cualquier resto de comida que se haya podido quedar entre los dientes, por lo tanto, se debe tener y prestar un especial cuidado a la hora del cepillado para intentar llegar y no dejar sin cepillar las zonas de difícil acceso.
- Utilización del cepillo interdental para los espacios entre los dientes, si el espacio entre ellos es suficientemente amplio para introducirlo y realizar una limpieza eficaz. Se debe utilizar diariamente como complemento al cepillado dental normal.
- Utilizar hilo dental diariamente para limpiar las zonas entre los dientes donde el cepillo dental o interdental no llega.
- Usar un colutorio o enjuague bucal con flúor dos veces al día, después del cepillado.
- Limitar el picoteo entre horas o el consumo de bebidas azucaradas, dulces, caramelos, etc.
- Por supuesto, programar y realizar una visita al dentista al menos una vez al año, para que el especialista realice una revisión y valore el estado general de nuestra boca. En este aspecto, profesionales hay muchos, sin embargo, especialistas hay pocos, por ello, nosotros os recomendamos que acudáis a la clínica dental Carrilet 100, de Hospitalet de Llobregat, ya que forman parte de su equipo profesional especialistas expertos en la prevención de enfermedades bucodentales e higiene oral.
Y es que todos estos puntos son fundamentales para evitar problemas en nuestra boca. Una boca y una dentadura que nos debería de acompañar durante toda nuestra vida y que solo con los cuidados pertinentes lograremos mantener.
¿Qué características debe tener un buen cepillo de dientes?
Entre otras, un cepillo de dientes que nos sea realmente útil ha de tener las siguientes características:
- Debemos fijarnos en el tamaño del cabezal. Es recomendable que no sea demasiado grande, pues un cabezal un poco grande podría dificultarnos una buena maniobrabilidad y el acceso a partes de la boca de difícil acceso, como por ejemplo los lados y bordes de los molares o el final de las muelas del juicio.
- El mango debe tener el tamaño suficiente para que pueda ser sujetado cómodamente en la mano.
- Los filamentos del cepillo de dientes pueden ser suaves, medios o duros. Para la inmensa mayoría de la gente la mejor opción es un cepillo de cerdas suaves, ya que los de cerdas duras o medias podrían llegar a dañar el esmalte dental o la raíz del diente, en caso de realizar un cepillado dental con demasiada fuerza. Así mismo es recomendable que los filamentos tengan una terminación redondeada.
- Es aconsejable la utilización de cepillos dentales que hayan superado las pruebas de calidad y obtenido el sello de calidad o aprobación de alguna asociación dental, asegurando así un uso seguro y eficaz para las mucosas de la boca y los dientes.