El vínculo entre los seres humanos y sus mascotas es cada vez más profundo. Para millones de personas en todo el mundo, sus perros, gatos y otros animales no son solo compañeros, sino miembros de la familia. Por eso, cuando una mascota es atacada por otro animal, el daño no solo es físico, sino también emocional y, muchas veces, legal.
¿Sabías que hay protocolos jurídicos establecidos para estos casos? ¿Sabes cómo actuar si tu perro o gato es agredido por otro? Aunque este tipo de situaciones pueden parecer anecdóticas, son más frecuentes de lo que se piensa. En parques, calles o incluso en hogares, se producen diariamente ataques entre animales domésticos, con consecuencias a veces graves.
Este artículo te orientará paso a paso sobre cómo actuar legalmente si tu mascota es atacada por otra, qué derechos tienes como propietario, cómo proceder en casos de negligencia, y qué dice la ley en distintos países. También exploraremos los aspectos éticos y emocionales de estas situaciones que involucran el sufrimiento de seres indefensos.
1. Panorama general: ¿qué tan frecuente es este problema?
Según diversas asociaciones veterinarias, los ataques entre mascotas, especialmente entre perros, ocurren con una frecuencia alarmante. En ciudades con alta densidad poblacional y gran número de animales domésticos, las peleas en espacios públicos son una realidad diaria.
Algunas estadísticas relevantes:
- En España, los Colegios Oficiales de Veterinarios estiman que 1 de cada 10 consultas de urgencia está relacionada con mordeduras de otro animal.
- En México, se registran más de 100.000 mordeduras anuales entre perros, muchas de ellas entre mascotas.
- En Argentina y Chile, los municipios reciben cada año cientos de denuncias por ataques de animales sin supervisión o mal adiestrados.
Si bien algunas peleas no pasan de un susto, otras pueden derivar en lesiones graves, infecciones, traumatismos, e incluso la muerte de la mascota. El problema se agrava cuando el animal agresor está suelto, no tiene bozal (en caso de razas potencialmente peligrosas), o su dueño no asume responsabilidad alguna.
2. ¿Qué hacer inmediatamente después del ataque?
La situación puede ser caótica: gritos, sangre, confusión. Pero lo ideal es actuar con la mayor calma posible para proteger a tu mascota y asegurarte de que el responsable no se evada.
2.1 Separa a los animales con precaución
Nunca pongas tus manos entre dos perros que están peleando. Utiliza un palo, una manta o agua para intentar separarlos. Si es posible, cada dueño debe tirar de su mascota por la parte trasera (las patas traseras), evitando más daño.
2.2 Atiende a tu mascota
Una vez separados, revisa a tu animal por si tiene heridas visibles. Si sangra mucho, intenta detener la hemorragia con una tela limpia. No lo acaricies cerca de las heridas porque puede estar asustado y reaccionar mal.
2.3 Identifica al dueño del animal agresor
Este paso es crucial. Toma nota de su nombre, dirección, teléfono y si puedes, fotografía al animal, su placa y al propietario. Si se niega a identificarse, intenta obtener la matrícula de su coche o cualquier dato que permita localizarlo.
2.4 Busca testigos
Si alguien vio el ataque, pídele sus datos y si está dispuesto a declarar. Las declaraciones de testigos serán clave en una denuncia posterior.
2.5 Acude al veterinario
Lleva a tu mascota a una clínica lo antes posible. El informe veterinario servirá como prueba médica del ataque, incluyendo el tipo de lesiones, su gravedad y el tratamiento necesario.
3. Fundamento legal: ¿qué dice la ley?
Aunque las legislaciones varían entre países y regiones, existe un principio común: los propietarios son responsables del comportamiento de sus animales.
En España
La Ley 17/2021, que considera a los animales como «seres sintientes», refuerza el deber de cuidado. Si un perro agrede a otro, el dueño del agresor puede ser responsable civilmente por los daños causados.
Además, si el perro agresor pertenece a una raza potencialmente peligrosa (PPP) y no llevaba bozal o iba suelto, puede haber una infracción administrativa grave, con sanciones económicas entre 500 y 2.400 euros.
En México
El Código Civil establece que el dueño es responsable por los daños causados por su animal. La Ley de Protección Animal de cada estado puede imponer multas y sanciones e incluso ordenar la retención del animal si es peligroso.
En Argentina
El Código Civil y Comercial en su artículo 1757 establece la responsabilidad objetiva del dueño del animal. Esto significa que no importa si fue un accidente: si tu perro atacó a otro, tú eres responsable por los daños, salvo fuerza mayor o culpa de la víctima.
En Chile
La Ley de Tenencia Responsable de Mascotas (Ley Cholito) exige que los dueños aseguren el control de sus animales en espacios públicos. La infracción puede derivar en multas, sanciones y, en casos graves, en la eutanasia del animal agresor bajo orden judicial.
4. Pasos legales a seguir si tu mascota fue atacada
Una vez superada la urgencia veterinaria, es hora de empezar el proceso legal si lo consideras necesario.
Los abogados de Abogados Santander nos han informado del proceso legal básico usual en estas situaciones (que puede ser más o menos complejo dependiendo del caso), del cual las bases son las siguientes:
4.1 Reunir pruebas
Reúne toda la documentación posible:
- Informe veterinario detallado.
- Fotografías de las heridas.
- Facturas de tratamiento.
- Datos del dueño del animal agresor.
- Testigos y sus declaraciones.
- Grabaciones de cámaras de seguridad (si las hay).
4.2 Denuncia ante las autoridades locales
Puedes presentar una denuncia administrativa o penal según la gravedad del ataque:
- En España: ante el Ayuntamiento o la Policía Local.
- En México: en las Procuradurías Ambientales (PROPAEM, PROFEPA) o en el juzgado cívico.
- En Argentina y Chile: en la comisaría o fiscalía correspondiente.
Asegúrate de tener un número de expediente para poder seguir el caso.
4.3 Reclamación civil por daños y perjuicios
Puedes iniciar un proceso civil para que el dueño del animal agresor pague los gastos veterinarios, tratamientos, medicinas, e incluso una compensación por el daño moral si el caso lo amerita.
Esto puede hacerse mediante un abogado o en algunos países a través de juzgados de paz o pequeñas causas, sin necesidad de defensor.
4.4 Sanciones administrativas
Si el perro agresor pertenece a una raza peligrosa o el dueño incumplía normas de tenencia responsable, puedes solicitar a las autoridades:
- Multa económica.
- Retiro temporal del animal.
- Evaluación etológica (comportamental).
- Obligatoriedad de adiestramiento o reubicación.
5. ¿Y si mi mascota muere a causa del ataque?
En casos donde la agresión causa la muerte de tu mascota, el daño no es solo económico sino también emocional.
Legalmente puedes:
- Solicitar indemnización por el valor económico del animal (especialmente si era de raza o adiestrado).
- Exigir compensación por daño moral (dolor emocional), algo que se está empezando a reconocer en jurisprudencia de países como España y Argentina.
- En casos de negligencia extrema o reincidencia del agresor, puede abrirse una causa penal por maltrato indirecto si se demuestra omisión grave del dueño.
6. ¿Qué pasa con el animal agresor?
En general, la ley no responsabiliza al animal, sino a su dueño. El animal no «actúa con dolo», pero sí puede ser objeto de evaluación y control si representa un peligro público.
Medidas que pueden aplicarse:
- Evaluación por un etólogo veterinario.
- Orden de uso obligatorio de bozal.
- Reeducación obligatoria.
- Retiro del animal si hay riesgo evidente.
- Eutanasia como último recurso en casos extremos.
Cabe destacar que la eutanasia nunca debe ser una solución inmediata o automática, sino resultado de una valoración técnica, legal y ética.
7. Mediación: una alternativa menos traumática
No todos los casos deben llegar a juicio. En muchos países existe la mediación civil o vecinal, donde ambas partes pueden llegar a un acuerdo:
- Pago de gastos veterinarios por parte del agresor.
- Compromiso de adiestramiento o uso de bozal.
- Disculpas formales y reparación moral.
Este camino es más rápido, menos costoso y emocionalmente menos desgastante. Además, ayuda a conservar la convivencia vecinal, sobre todo en comunidades pequeñas o entre conocidos.
8. Prevención: claves para evitar ataques entre mascotas
Muchos ataques pueden evitarse con prevención y tenencia responsable. Algunos consejos:
- Usa correa y bozal si la raza lo exige.
- No lleves a tu mascota a parques sin vigilancia si sabes que es territorial.
- Enseña comandos básicos a tu perro (sentado, quieto, suelta).
- Respeta las distancias con otros animales.
- Si ves un perro suelto, cambia de ruta o mantente alerta.
Asimismo, los dueños deben asumir su papel como educadores de sus animales. La agresividad no es un rasgo natural, sino en muchos casos el resultado de mala socialización o experiencias traumáticas.
9. El dolor silencioso: el impacto emocional en el propietario
Perder una mascota o verla herida por otro animal no es un simple trámite. Es un proceso que involucra duelo, culpa, impotencia y rabia. Muchas personas reportan insomnio, ansiedad o incluso depresión tras estos eventos.
Por eso es importante:
- Buscar contención emocional.
- Hablar con otros dueños que hayan pasado por lo mismo.
- No minimizar el sufrimiento.
- Y, si es necesario, acudir a un psicólogo o terapeuta especializado en duelo por mascotas.
Justicia y compasión para nuestros compañeros
Las mascotas no son solo animales: son seres que sienten, aman, temen y sufren. Por eso, cuando son víctimas de un ataque, merecen que su dolor tenga consecuencias. Actuar legalmente es un acto de justicia, pero también de amor.
Denunciar, reclamar o exigir compensación no es venganza. Es asumir que, como sociedad, debemos proteger a quienes no pueden defenderse por sí solos. Y también es un recordatorio de que la tenencia responsable es un derecho y un deber.
Porque en cada ladrido o maullido herido hay una historia que merece ser escuchada.






