Lo que no sabías que podías hacer con unas bridas.

Las bridas, esas pequeñas tiras de plástico con una cabeza dentada que se utilizan principalmente para sujetar cables, son uno de esos inventos cotidianos que pasan desapercibidos pero que, en realidad, tienen un sinfín de aplicaciones prácticas y creativas. Si alguna vez has tenido la oportunidad de usarlas, seguro que has comprobado que son fáciles de utilizar, muy resistentes y capaces de resolver un montón de problemas en casa y en el taller. Pero desde Spadico nos comentan que las bridas pueden servir para mucho más que simplemente organizar cables, entre otras cosas.

También conocidas como abrazaderas o cinchos, fueron inventadas por un trabajador de la empresa Thomas & Betts llamado Maurus C. Logan en 1958. Logan estaba buscando una manera más sencilla y rápida de organizar los interminables cables en las alas de los aviones, y así surgió este ingenioso invento que hoy en día se ha convertido en una herramienta indispensable en una infinidad de situaciones. Ahora, más de medio siglo después, su utilidad se ha expandido a campos y aplicaciones que probablemente nunca te habrías imaginado. Lo bueno que tienen es que no son de un solo uso aunque parezca lo contrario, ya que las puedes reutilizar si sabes el truquillo.

Para unir y sujetar más que cables.

Las bridas son especialmente conocidas por su capacidad para sujetar cables y evitar que estos se enreden o se desordenen, pero su habilidad para unir y mantener las cosas en su sitio va mucho más allá. Imagina que tienes una fiesta en casa y necesitas improvisar una barra para colgar luces o banderines. Con unas cuantas bridas, puedes juntar varias varillas, palos o incluso tubos de PVC para crear una estructura firme y segura.

¿Has pensado en colgar tus herramientas en la pared? Con unas bridas y una reja metálica, puedes crear un sistema de organización en tu garaje que te permita tener todo a mano. Simplemente pasa las bridas a través de la reja y ata las herramientas que tengan agujeros o que puedan sujetarse con las bridas. Es un sistema sencillo, barato y te ahorra espacio.

Otra idea es usar las bridas para reparar cosas rotas. Por ejemplo, si la manija de una maleta se ha soltado, unas bridas bien colocadas pueden hacer que sea funcional de nuevo. Aunque no quedará como nuevo, te sacará del apuro y permitirá que sigas utilizando la maleta durante más tiempo. Puedes incluso usarlas para evitar que abran tu maleta en el aeropuerto, o al menos para saber si la han abierto si usas una brida especial.

Arreglos caseros y soluciones improvisadas.

A veces, la mejor solución para un problema es la más sencilla. Imagina que el tirador de una cremallera se ha roto. Es incómodo intentar tirar de la cremallera con los dedos, pero si pasas una brida pequeña por el orificio que queda, habrás creado un nuevo tirador en segundos. Este truco funciona perfectamente para mochilas, chaquetas e incluso estuches.

Si alguna vez has tenido unas gafas que han perdido un tornillo en una de las patillas, sabes lo frustrante que puede ser. Pues bien, una brida puede actuar como un sustituto temporal. Solo necesitas pasar la brida por el pequeño orificio donde debería estar el tornillo, ajustarla bien y cortar el exceso. No es la solución más estética, pero es una forma rápida y eficaz de arreglar las gafas hasta que puedas llevarlas a reparar.

Otra aplicación curiosa es la de fijar plantas en el jardín o en el balcón. Si tienes una planta que necesita apoyo para crecer recta, puedes utilizar una estaca de madera y unas bridas para sujetarla. Las bridas no dañarán el tallo y ayudarán a que la planta crezca de manera adecuada.

Y si eres de los que disfrutan del bricolaje, sabrás que a veces se necesitan soluciones rápidas y eficaces. Si tienes que hacer una reparación temporal en una tubería que gotea, una brida puede ayudarte a fijar una pequeña pieza de goma o plástico para evitar la fuga de agua mientras consigues una solución definitiva.

Herramientas y objetos útiles hechos con bridas.

Uno de los ejemplos más sorprendentes es la posibilidad de hacer una escoba. Si tienes un palo de madera y un buen puñado de bridas, puedes crear tu propia escoba en cuestión de minutos. Ata las bridas al extremo del palo, de manera que queden muchas tiras colgando. Una vez que tengas la cantidad suficiente, corta los extremos de las bridas para que queden al mismo nivel y ¡listo! Tienes una escoba improvisada que te puede servir para barrer hojas, tierra u otros materiales en el jardín.

Las bridas también pueden servir para crear sujeciones en la bicicleta. Por ejemplo, puedes usar unas bridas para fijar una linterna al manillar, convirtiéndola en un faro improvisado para tus paseos nocturnos. O si necesitas llevar una botella de agua y no tienes un soporte específico, puedes usar bridas para atarla al cuadro de la bici.

Organización y seguridad en casa.

Una de las primeras ideas es utilizar bridas para organizar los cables detrás de la televisión o del ordenador. Ya hemos hablado de cómo se usan tradicionalmente para agrupar cables, pero puedes llevarlo un paso más allá. Si los cables están bien agrupados con bridas, puedes fijarlos al borde del escritorio o a la parte trasera de los muebles con más bridas, evitando que queden a la vista y que se enreden.

Otra idea para organizar es la de crear un espacio específico para colgar cosas en el armario o en el trastero. Con una barra y algunas bridas, puedes crear ganchos para colgar lo que necesites: bolsas, mochilas, herramientas, etc. Además, las bridas son lo suficientemente fuertes como para soportar bastante peso, por lo que son ideales para esta tarea.

En cuanto a la seguridad, las bridas pueden ayudarte a hacer de tu hogar un lugar más seguro. Por ejemplo, si tienes niños pequeños, puedes usar bridas para bloquear los armarios y cajones que no quieres que abran. Simplemente pasa una brida a través de las manillas y ajústala. Es una solución temporal, pero efectiva para evitar que los pequeños accedan a productos peligrosos.

También puedes usarlas para asegurar la tapa de los cubos de basura, evitando que las mascotas o animales callejeros puedan abrirlos y hacer un desastre. Aunque es una medida sencilla, te evitará más de un disgusto.

En la naturaleza: acampadas y aventuras.

Por ejemplo, si tienes que montar una tienda de campaña y una de las varillas se rompe, puedes unir las partes con bridas para seguir utilizando la tienda. También puedes utilizarlas para sujetar la lona o el toldo si el viento es fuerte y necesitas reforzar las sujeciones.

Si una de las correas de tu mochila se rompe o se desgasta, puedes usar bridas para reforzarla o incluso para reemplazarla temporalmente. Y si te encuentras en una situación donde necesitas atar algo, pero no tienes cuerdas, las bridas son una excelente alternativa. Son tan útiles que muchos excursionistas y ciclistas las llevan siempre consigo, porque saben que pueden ser la solución a muchos problemas.

Si alguna vez has tenido que improvisar un bastón o un soporte al caminar por terrenos escarpados, sabrás lo útil que puede ser tener bridas a mano. Si encuentras una rama o una vara lo suficientemente resistente, puedes usar bridas para añadir otros palos y crear un bastón más firme, te vendrá muy bien en situaciones de emergencia.

Proyectos y manualidades con niños.

Una idea es hacer figuras o animales usando bridas de diferentes colores. Los niños pueden crear serpientes, pulseras, collares, y todo tipo de formas divertidas. Solo necesitan ir uniendo las bridas entre sí, doblándolas y cortándolas según sea necesario. Es una actividad que además de entretenida, ayuda a desarrollar la destreza manual y la creatividad.

Otra actividad interesante es la de crear vehículos o estructuras. Con algunas ruedas recicladas y bridas, se pueden montar pequeños coches, camiones o aviones. Es una manera de enseñar a los niños conceptos básicos de construcción y mecánica de una forma lúdica.

También se pueden hacer juegos de lógica o puzles con bridas. Por ejemplo, se pueden crear laberintos o estructuras geométricas donde los niños tengan que pasar una pelota o una canica. Es una manera de incentivar el pensamiento lógico mientras se divierten.

Las bridas son también un material excelente para hacer disfraces o complementos para juegos de rol. Imagina que los niños quieren jugar a ser caballeros medievales o superhéroes: con unas cuantas bridas pueden crear máscaras, espadas o brazaletes en cuestión de minutos, de una forma barata y creativa.

Un recurso en emergencias y situaciones críticas.

Por ejemplo, si te encuentras en una situación donde necesitas hacer un torniquete de emergencia, una brida puede ser lo suficientemente fuerte como para detener temporalmente el flujo de sangre hasta que puedas recibir atención médica adecuada. Por supuesto, siempre es preferible usar un torniquete diseñado para tal fin, pero en una situación extrema, una brida es mucho mejor que nada.

Otra situación de emergencia puede ser la de inmovilizar algo que se haya roto. Imagina que una de las patas de una mesa o de una silla se rompe y no tienes otra manera de repararla en el momento. Con unas bridas puedes mantener las piezas juntas el tiempo suficiente para encontrar una solución más permanente.

Y por último, si necesitas llevar unas llaves o algún elemento importante como un anillo y no quieres que se te pierda cuando, por ejemplo, te estás dando un baño, te las puedes colgar en la muñeca o tobillo a modo de pulsera, seguro que de ahí no se sueltan.

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