Obligados a emigrar para trabajar…

Tras finalizar la carrera de Traducción e Interpretación, al no encontrar empleo en lo mío, estuve un tiempo trabajando de camarero en la Costa Blanca y en otras zonas turísticas de la Península Ibérica por el mero hecho de saber idiomas, hasta que me cansé…  ¡Yo no había estudiado ni me había esforzado tantos años para ello! Con lo cual, opté por emigrar como lo habían hecho ya muchos de mis compañeros de la universidad, puesto que en España no se nos valoraba como era debido ni se nos daba la oportunidad de trabajar para lo que habíamos estudiado.

Claro está que mis títulos y otros documentos tuve que obligatoriamente traducirlos para homologarlos y para que me sirvieran. Por ello, me dirigí a la reconocida agencia Jti, formada por un extenso y selecto equipo de traductores jurados oficiales nombrados por el Ministerio de Asuntos Exteriores y especializados en las traducciones juradas oficiales de todo tipo de documentos: títulos, escrituras públicas, contratos privados, certificados de defunción, balances financieros, resoluciones judiciales, pólizas de seguros, dictámenes médicos, informes técnicos, permisos de residencia, etc., y con ello, hice mis maletas y tomé rumbo hacia Bélgica…

 Hacen las maletas y salen de España

Los principales motivos por los que una gran mayoría de jóvenes españoles hacen las maletas y salen de España rumbo hacia otros países son la falta de oportunidades laborales y el paro que reinan en nuestro país. Por ello, estos jóvenes emigran en busca de un futuro mejor. Una realidad debida a la crisis que no parece se vaya a corregir en breve sino más bien se vaya a acentuar en los años que se avecinan. Francamente, cuando lo pienso me da pena y rabia. Pues, el propio Gobierno mira hacia otro lado y no parece preocuparse por dicha situación, alegando tan sólo que esta juventud si se marcha al extranjero a trabajar es porque sencillamente muestra sumas inquietudes y amplitudes de miras, añadiendo asimismo que el hecho de irse fuera enriquece. ¡Qué poca vergüenza!

A mí, si me hubiera sido posible trabajar en lo mío cobrando un sueldo decente, ¡no hubiera decidido dejar a mi familia, amigos y país para ir hacia lo desconocido! “¡Nadie sale nunca de su país por placer!” (y si los hay son pocos y adinerados), me dijo un día un anciano de mi pueblo que se había visto obligado a emigrar en los años 60 para poder trabajar yéndose a Francia y que volvía a España tan sólo de vez en cuando. El tono de su voz  nostálgico, por muy bien e integrado que estuviera en el país vecino, lo decía todo. Pero al tener ahora a sus hijos casados y con nietos allí, ¿qué iba a poder hacer el buen hombre? Yo no digo que todos los emigrantes se sientan así, pero como él mismo decía: “En Francia, soy el español y en España el gabacho…”, y ello es una realidad.

La única –quizás– diferencia con aquella emigración y la de ahora, es que nuestra generación es una de las más preparadas de la historia de España sin que por ello, sin embargo, pueda encontrar aquí un trabajo digno que le permita vivir decentemente y no en la precariedad laboral en la que sobrevive en la actualidad.  Debido a esta situación, todo apunta a que el número de jóvenes españoles emigrantes siga aumentando y que éstos sigan saliendo del país en busca de mejores oportunidades laborales. Yo lo veo y compruebo en mi día a día, pues son muchos los compañeros de carrera que como yo han emigrado. En fin, la verdad es que tampoco es que esté mal aquí, porque debo reconocer que Bélgica es un país pequeño pero acogedor y agradable que ofrece muchas salidas y oportunidades de todo tipo. Aunque, también debo especificar que echo mucho de menos a mis seres queridos, al sol y ambiente español y espero de todo corazón poder volver algún día y vivir como Dios manda en España y que no se apodere de mí aquella “saudade” que percibí en aquel viejo emigrante de mi pueblo. De momento, estoy aquí después de haberlo preparado todo y de haberme dirigido a la agencia de traducción e interpretación Jti para la traducción de mis títulos y otros documentos importantes. Se trata de una agencia que ofrece –por si os interesa saberlo– un servicio de traducción jurada profesional a más de 30 idiomas, fruto de varios años de experiencia. Dicho esto, ya veremos cómo evolucionan las cosas con el paso del tiempo. ¿Volveré o no? That is the question…

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