El genial mundo de las construcciones arquitectónicas me ha llamado la atención desde que era bastante joven. Siempre resulta interesante observar diferentes obras, diseñadas por diferentes arquitectos al albor de diferentes estilos y construidas con materiales de muy diversa consideración.
Personalmente, siempre he sido un fan confeso de aquellas construcciones, monumentos o lugares que utilizaban un material como la pizarra. Mi amor por dicho elemento proviene de la primera vez que estuve en Segovia y acudí a realizar una visita al Alcázar de la ciudad. Me resultó gratamente sorprendente su utilización y ese toque “diferente” que le confería a un edificio de tales dimensiones.
Pero sin duda alguna este material me terminó de cautivar cuando visité un lugar llamado Patones de Arriba, un municipio situado en el nordeste de la Comunidad de Madrid y que está hecho principalmente de pizarra. Acudí allí a pasar unos días de vacaciones y descanso con mi mujer y lo cierto es que los dos disfrutamos viendo cómo se había hecho gala de la arquitectura negra (se denomina así a aquella que emplea el material en cuestión) para construir no solo las casas del poblado sino también la iglesia.
Después de aquello lo tuve claro. Como mi mujer y yo queríamos tener hijos y el piso en el que vivíamos se nos iba a quedar pequeño, habíamos tomado la previa decisión de mudarnos a una casa. Los dos convenimos que nos gustaría que la cubierta de esa nueva casa, de ese nuevo proyecto de vida, fuera de pizarra. Algo que, por cierto, observamos que no era tan raro como pensábamos anteriormente.
Un amigo de mi mujer era el propietario de una de esas casas con la cubierta de pizarra. Le preguntamos con quién se había puesto en contacto para conseguir el material y nos habló de un portal web llamado www.ardoises-despagne.net, que extraía la pizarra de una zona tan rica para tal misión como es la de El Bierzo (León). Contactamos con ellos, accedimos a con tratarles y gracias a eso pudimos cumplir nuestro sueño. Para nosotros, tener una cubierta de pizarra no se trataba únicamente de un capricho o de un deseo de que nuestra casa fuese “bonita”. Se trataba también de contribuir a la sostenibilidad de nuestro entorno utilizando un elemento que, según aseveró la Asociación Galega de Pizarristas en un informe realizado junto con una consultora, es el más sostenible para cubiertas, muy por delante de otros materiales como la teja, el fibrocemento o el zinc.
España, principal productor y exportador mundial
Nuestro país es líder en cuanto a la producción y exportación de pizarra en el mundo gracias a varios importantes yacimientos situados en el noroeste: zonas como Galicia, León o Zamora.
Sin embargo, tradicionalmente han sido países como Gales, Alemania o Francia los que más han producido, especialmente durante los siglos XIX y XX. El fin de las reservas de pizarra natural de las que estos países disponían ha provocado que a día de hoy sea España el lugar del que provienen gran parte de las reservas de pizarra del mundo.