En la alimentación española podemos disfrutar y presumir de muchos alimentos. Me viene a la cabeza el aceite, los vinos, los embutidos, la carne e incluso en algunas zonas el marisco. Pero hay unos pequeños que son muy valorados, pero que quizás no tienen la repercusión que merecen. Ahora bien, cuando se conocen los frutos secos españoles ya no quieres tomar otros.