Puede que cuando una influencer suba una foto con una pulsera cedida por Swaroski las ventas se disparen, o cuando sube una foto con un reloj de Dolce&Gabbana, pero la realidad es que lo que ese tipo de publicidad, aunque funciona a las mil maravillas, tiene una competidora clara: la personalización. Atrás quedó esa manía de parecer todo el mundo cortado por el mismo patrón, hoy en día lo que prima es se único y original, y por eso las joyas personalizadas son las que más están subiendo en este sector.