En España son 2.800.000 niños los que viven bajo el umbral de la pobreza. Las familias se ven obligadas a dedicar, en muchos casos, todos sus recursos a tener un techo, comer y vestirse. La crisis ha transformado la vida de millones y millones de españoles en la última década. Desde su llegada en 2007, ha descendido de una forma sangrante la cantidad de ingresos de las familias, ha aumentado drásticamente el paro, el empleo que se crea es de peor calidad y, en definitiva, las condiciones en las que se vive son peores. A pesar de que no paramos de oír que hay mejores y brotes verdes, la verdad es que la precaria situación que había en muchos hogares todavía se mantiene.